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El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Metal-Intersindical Valenciana, en sus 25 años de vida, se ha convertido en un referente para mucha gente.

Hacer otro sindicalismo es posible.
Éste fue el lema del primer congreso de la Plataforma Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores del País Valenciano (PUT) que se celebró en julio de 1997.

El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Metal-Intersindical Valenciana, en sus 25 años de vida, se ha convertido en un referente para mucha gente.
26 / 07 / 2022

Un grupo de sindicalistas decidió dar un paso al frente ante las posiciones defendidas por los sindicatos de concertación , que impusieron la firma de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo a la plantilla de la Ford de Almussafes. Un ERTE, contrario a los intereses de las trabajadoras y trabajadores de la factoría, que contaba con el apoyo de la empresa, del Consell de la Generalitat, entonces presidido por Eduardo Zaplana, y las cúpulas sindicales, pero no de la plantilla afectada.

El grupo de sindicalistas promotor de la creación del nuevo sindicato provenían, como dice Raimon, en una de sus canciones: «de un silencio, antiguo y muy largo, de gente que va alzándose, desde el fondo de los siglos, de gente que llaman clases subalternas». Personas luchadoras contra la dictadura y comprometidas con las libertades democráticas y el sindicalismo de clase que decidieron que no era posible continuar dentro de unas estructuras sindicales que no respetaban la voluntad de las trabajadoras y trabajadores y que hacían de la concertación y el diálogo social un fin en sí mismo, no un instrumento para mejorar las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora. La Plataforma Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores del País Valenciano, constituida como un nuevo sindicato de clase valenciano,

Una de las primeras acciones en las calles fue en la ciudad de Valencia en una manifestación, junto al STEPV y el STA, con una pancarta que decía: «Y la lucha continúa por los derechos sociales y las 35 horas. Por la Intersindical Valenciana». Toda una declaración de principios de cuál era su línea sindical y su apuesta estratégica por la convergencia con otros sindicatos de clase por la constitución de la Intersindical Valenciana. Y así fue, el 11 de mayo de 2002, hace veinte años, los sindicatos PUT, STA y la Federación STPV constituyeron la Intersindical Valenciana en un congreso en el IES Benlliure de la ciudad de Valencia. “Construimos la alternativa” fue el lema del congreso constituyente de la nueva confederación Intersindical Valenciana. Una nueva central sindical en la que el debate sobre las ideas y las alternativas, desde la participación y el respeto al pluralismo y la diversidad, es una de sus características fundamentales. Un proceso de unidad sindical que suponía un paso adelante en la construcción de un sindicalismo de clase, valenciano, asambleario, autónomo y combativo, a partir de tres sindicatos y numerosos sindicalistas con años de experiencia en la lucha sindical.

El congreso de la Intersindical Valenciana coincidió con las grandes movilizaciones altermondialistas de 2002. Nosotros estuvimos en las manifestaciones en nuestro país y también en la gran demostración de fuerza del movimiento en Barcelona. Unas acciones presididas por el lema “Otro mundo es posible”, “Por los derechos sociales, contra la Europa del capital”. El inicio del siglo XXI fue muy intenso e ilusionador por las luchas de los movimientos sociales y del movimiento sindical, y también para muchos de nosotros para dar vida a una nueva alternativa sindical.

El proceso de convergencia sindical se fue ampliando, con el paso del tiempo, con la unificación de la Plataforma Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores del País Valencià y el Grupo de Trabajadoras de L’Horta Nord. El resultado fue la creación en 2008 del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Metal-Intersindical Valenciana (STM). Un sindicato de clase heredero de la lucha por las libertades, la mejora de las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras y trabajadores, la emancipación de la clase trabajadora y el autogobierno del País Valenciano.

Un sindicato que, en sus 25 años de vida, se ha convertido en un referente para mucha gente, no sólo en nuestro país, también en otros muchos ámbitos. Hoy es el segundo sindicato en la factoría Ford de Almussafes con 9 delegadas y delegados -UGT tiene 21, CCOO 3 y CGT 2- y también en numerosas empresas de la automoción y del metal valenciano. También cabe destacar su trabajo para coordinar el movimiento sindical en la automoción y el metal en el estado español y en los ámbitos internacionales, tanto en Europa como en América o su vinculación y participación en la Unión Internacional Sindical del Metal y la Minería de la Federación Sindical Mundial y en la misma FSM, o en la IAAR (International Automotive Workers Coordination). Es decir, el STM ha realizado un trabajo muy relevante para organizar la clase trabajadora en el País Valenciano, considerando la necesidad de dar una respuesta global a las políticas neoliberales que afectan al conjunto de los estados del mundo. La solidaridad internacionalista es una de sus señas de identidad y de su práctica sindical. Por eso no es de extrañar ver en sus congresos o en los procesos electorales cómo sindicatos de todo el mundo participan o apoyan las candidaturas del STM o cómo ha apoyado conflictos laborales como el de la Bahía de Cádiz; los convenios del metal en Vizcaya, Araba o Cantabria; a las luchas laborales en Asturias, Galiza, o las de Mercedes Benz de Gasteiz y de las plantillas de Ford en Brasil, Burdeos, Genk o Saarlouis. La solidaridad internacionalista es una de sus señas de identidad y de su práctica sindical. Por eso no es de extrañar ver en sus congresos o en los procesos electorales cómo sindicatos de todo el mundo participan o apoyan las candidaturas del STM o cómo ha apoyado conflictos laborales como el de la Bahía de Cádiz; los convenios del metal en Vizcaya, Araba o Cantabria; a las luchas laborales en Asturias, Galiza, o las de Mercedes Benz de Gasteiz y de las plantillas de Ford en Brasil, Burdeos, Genk o Saarlouis. La solidaridad internacionalista es una de sus señas de identidad y de su práctica sindical. Por eso no es de extrañar ver en sus congresos o en los procesos electorales cómo sindicatos de todo el mundo participan o apoyan las candidaturas del STM o cómo ha apoyado conflictos laborales como el de la Bahía de Cádiz; los convenios del metal en Vizcaya, Araba o Cantabria; a las luchas laborales en Asturias, Galiza, o las de Mercedes Benz de Gasteiz y de las plantillas de Ford en Brasil, Burdeos, Genk o Saarlouis. Por eso no es de extrañar ver en sus congresos o en los procesos electorales cómo sindicatos de todo el mundo participan o apoyan las candidaturas del STM o cómo ha apoyado conflictos laborales como el de la Bahía de Cádiz; los convenios del metal en Vizcaya, Araba o Cantabria; a las luchas laborales en Asturias, Galiza, o las de Mercedes Benz de Gasteiz y de las plantillas de Ford en Brasil, Burdeos, Genk o Saarlouis. Por eso no es de extrañar ver en sus congresos o en los procesos electorales cómo sindicatos de todo el mundo participan o apoyan las candidaturas del STM o cómo ha apoyado conflictos laborales como el de la Bahía de Cádiz; los convenios del metal en Vizcaya, Araba o Cantabria; a las luchas laborales en Asturias, Galiza, o las de Mercedes Benz de Gasteiz y de las plantillas de Ford en Brasil, Burdeos, Genk o Saarlouis.

Ahora, el STM ha celebrado sus primeros 25 años. Lo hizo, hace unos días, en Manises (l’Horta) en un acto donde se rindió homenaje a las personas fundadoras del PUT. Unos sindicalistas que, como he dicho, son un ejemplo de dignidad y maestría para todas y todos. Personas de las que hemos aprendido a hacer sindicalismo en palabras mayúsculas, que siempre están dispuestas a echar una mano para seguir defendiendo nuestra clase, y más en ese contexto tan difícil en el que estamos viviendo. Un acto que fue muy emotivo y contó con la presencia de partidos políticos como PSPV, Podemos, EUPV, ERPV, PCPV y PCPE, los sindicatos de la Intersindical Valenciana y muchas afiliadas y afiliados del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Metal.

El acto también sirvió para reconocer la trayectoria del compañero Paco González, fundador del STM y de la Intersindical Valenciana, que fue portavoz de la sección sindical de Ford y actualmente es el portavoz nacional del sindicato. Una persona combativa, trabajadora, honesta, un maestro, un referente sindical y personal. Uno de los imprescindibles, que ha dedicado toda su vida a la lucha sindical y política para conseguir un mundo mejor sin explotaciones de ningún tipo.

Ahora, pasados ​​los homenajes personales y colectivos, bien merecidos, toca seguir trabajando: la lucha por los derechos sociales y laborales de la clase obrera continúa. Es necesario hacer frente a los efectos de las sucesivas crisis, la pandemia, las guerras, y las políticas neoliberales. Para ello, la clase trabajadora necesita herramientas, estar organizada en sindicatos para defender sus intereses colectivamente, y por eso es necesario sindicalizarse en todos los ámbitos laborales, también en el metal; en el que encontramos un gran sindicato, al que vale la pena pertenecer, el STM – Intersindical Valenciana. Ahora más que nunca, la voz de la clase trabajadora valenciana.